Dos películas bastante diferentes han protagonizado mi fin de semana. Y las dos tienen algo en común: el aislamiento.
La primera es It's all gone Pete Tong, una película documental del 2004 que, como siempre, tuvimos que esperar hasta el pasado verano de 2008 para verla en las pantallas españolas. Basada en hechos reales, el film narra la estrambótica vida de Frankie Wilde -magníficamente interpretado por Paul Kaye-, un DJ que vive como una superestrella en Ibiza entre música, droga y lujos varios, hasta que comienza a perder la audición. Primero el aislamiento hace que todo el éxito, su productor y su propia mujer desaparezcan; se encierra en sí mismo hasta que decide dar el paso y aprender otro modo de comunicarse... y de sentir la música. Toda una historia de superación y de encontrar el camino de cada uno, eso sí, con buenas dosis de humor y de surrealismo.La otra es mucho más antigua, del año 71, pero también cuenta una historia curiosa. Se trata de Johnny got his gun. En esta película, basada en la novela de Dalton Trumbo y dirigida por él mismo, se ponen en tela de juicio las creencias populares sobre Dios y la defensa de la democracia, además de hablar del aislamiento, lo que diferencia el sueño de la realidad, y también sobre el derecho a la eutanasia; toda un amalgama de temas perfectamente enlazados en un film que mezcla presente y pasado de la vida del joven Joe, combinando color y blanco y negro. Un puzle perfecto que si os animáis a ver, seguro que no os deja indiferentes.
1 comentario:
me gusta leer lo que escribes.asi te tengo un poco mas cerca.creo que te expresas muy bien y ademas lo haces muy amena y dibertida a la vez que seria
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