sábado, 6 de septiembre de 2008

Vidi, vini, vinci

Son las siete de la tarde, y sigo cansada de la fiesta de ayer. La mayoría de gente dice que no se atrevería a salir sola de fiesta, pero eso es porque no lo han probado. Desde luego, puedo afirmar que las cosas que te ofrece una noche sólo no las encontrarás tan fácilmente si ya sales con un grupo de colegas.

En estos dos días he conocido a personas de lo más variopinto, montones de gays, por supuesto, heteros que se rozan con gays, e incluso gays que proponen a tías hacer un trío... niñas tontas que no se callan ni con un cubata, cuarentones ciegos que necesitan desahogarse, granaínas prepotentes, granaínos sin calificar por falta de datos, gallegiños recién llegados, compañeras varias de trabajo, compañeros varios de clase, porteros acaparadores, paraguayos creídos, niñas de dulce acento mexicano, la niña de los preciosos ojos verdes, lentejitas con gafas de sol en el after, cocainómanos que van de dos en dos al lavavo, panaderos de productos orgánicos franceses, portugueses, holandeses, alemanes y un bajista que puso la banda sonora de esta noche.

Y como en la variedad está el gusto, hoy toca ir acompañada. Os dejo con un clip de Venus Anadiómena. No es mi estilo de música precisamente, pero está bien el rollo psicodélico que se traen. A ver si os gusta. Seguro que a la Katxa sí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mira, sí. No suena mal. Da un poco de miedito, es bastante lúgubre... pero suena bien. Hay un momento en que cantan al revés, no? En fin... que leo tu blog, you know... juju Me tienes que contar aaaaaaampliamente cómo fue anoche y esas cosas...
1 muak

Katxa

Anónimo dijo...

En el Arcano 17 encontramos a la estrella de los alquimistas, el Lucero de la mañana. La Estrella de ocho puntas representa a Venus, que simboliza el trabajo con el oro y la plata, el sol y la luna (“abandonar el sendero lunar y entrar al sendero solar”).
El amor es el summun de la sabiduría Debemos cultivar la belleza, el amor, las bellas Artes. La estrella que brilla en el atardecer y también en la aurora es Venus la estrella de amor y ella irradia sus esplendores en toda la redondez de la tierra.
Si recordáramos a Venus terminarían las guerras, reinaría la paz sobre la faz de la tierra, habría abundancia y perfección...
En tiempos arcaicos cuando todavía los seres humanos rendían culto a las criaturas del fuego, el aire, el agua y la tierra, se adoraba a Venus, entonces se cultivaba el arte y la belleza en su expresión positiva.
Desde entonces hemos venido pasando por cambios, han surgido pueblos y luego desaparecido, pero Venus sigue brillando, sigue resplandeciendo en los cielos, en el firmamento, esperando que algún día comprendamos y logremos encarnar sus misterios.

AZUL73