lunes, 12 de mayo de 2008

Rehenes de nuestro tiempo

Compañía: La Fura dels Baus
Obra: Boris Godunov
Intérpretes: Pedro Gutiérrez, Sara Rosa Losilla, Pep Miras, Juan Olivares, Francesca Piñón, Albert Prat, Òscar Rabadan, Fina Rius, Manel Sans
Idea original y dirección artística: Àlex Ollé

Dirección escénica y dramaturgia: Àlex Ollé y David Plana
Texto original: David Plana



Se llamaba Boris Godunov pero podría llevar el nombre de casi cualquier representante político. Era Moscú pero podría ser Barcelona, Londres, París. Fue el Teatro Dubrovka y el Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Son ellos, los 700 secuestrados, los 170 muertos, nosotros, los que vendrán. Son las viejas generaciones, las que vivieron la guerra, las que participaron activamente en la lucha por un ideal, los que pelearon, sufrieron y aprendieron. Son las nuevas, la juventud pasiva de hoy, ese elevado porcentaje que pasa de la política y el otro, el de quienes no lo hacen, quienes desean ser héroes de su tiempo.

"Boris Godunov" estaba lejos en 2002. Tan lejos como Moscú. El asalto al teatro Dubrovka cuando se representaba metió la obra en los salones de todas las casas del mundo. El escenario de la ficción participaba en la realidad... y de qué manera. Hasta este domingo, La Fura dels Baus intentó acercarnos a los barceloneses un poco más a la obra y al asalto del 2002. Una obra, sin embargo, sin tiempo ni espacio concretos. Famosa por aquello de que secuestran al público asistente, consigue sobre todo ponerte en la piel de otras partes... partes en las que quizá nunca reparamos demasiado.

¿Qué es mejor, asaltar al teatro y arriesgar la vida de unas cuantas personas o intentar por medio de la negociación llegar a un acuerdo?

Quienes creen que la opción más adecuada es la segunda son probablemente humanistas que saben el dolor que puede causar una sola muerte... a nivel político, conseguirlo dotará de cierta popularidad al líder en cuestión. Quienes prefieran la primera seguro que saben que una cesión con los terroristas provocará el aumento de ataques de este tipo. Estrategia política: en realidad todos estamos en sus manos, participemos o no de este sistema... Quién da más. Qué más da. No hay una opción mejor que otra.

El debate sobre el fin y los medios, la legitimidad de ciertos actos y el virus de la violencia del que hablaba Lydia Lunch entran en escena y hacen al público partícipe de una obra en la que todos tenemos mucho que decir si queremos dejar de ser meros peones. Peones sin voz.

La Fura invitó así hasta el pasado domingo a una reflexión abierta, en tantas direcciones como el espectador desee. Y lo hizo desplegando toda su grandeza mediática como parte del ya tradicional lenguaje furero... no consiguió, sin embargo, el efecto de realismo pretendido ni la involucración del espectador-hostatge. La excelente adaptación de la obra y el guión, a cargo de David Plana, en el que se podían reconocer fragmentos de discursos pronunciados por Bush o el Che, nos deja frases para la memoria como esta: "La guerra ya no es la continuación de la política con otros medios; la política es la continuación de la guerra con otros miedos". Entre el extenso número de colaboradores se encuentra el profesor de radio de la Univeristat Autònoma de Barcelona, Agustí Esteve, como presentador del telenoticias.

Ahora la obra comenzará la gira por Cádiz, Italia, Alemania, Holanda, Gijón y Logroño, y abrirá la nueva temporada del Teatro María Guerrero de Madrid, donde se representará del 18 al 30 de septiembre. Quien tenga la oportunidad de asistir, seguramente saldrá del teatro con una sensación extraña... y si se aferra bien a ese sentimiento quizá también decida que algo tiene que cambiar. Y lo cambie.

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