Que la poesía es algo muy subjetivo és algo obvio, como "es obvio que las cosas pasan", tal y como dicen los chicos de Dan Dut Poemas. El espectáculo que nos proponen es una mezcla de teatro, poesía, video y música, una manera de abordar la poesía muy amena y entretenida. El protagonista de Dan Dut es Pepe, un joven poeta que quiere escribir sobre todo aquello que le rodea, y su fantasía, esa que le lleva a otros mundos y que en realidad es el suyo interno, el alma y la conciencia de un ser algo demente... porque ¿quién no está algo trastocado hoy en día, entre crisis, rutinas impuestas, cambios climáticos y sucesos con los que nos bombardean en los noticiarios?
A la poética de Dan Dut, de cierta influencia dadá, le falta un punto: eso que hace que el oyente pase de disfrutar a sentirse provocado de alguna manera y como tal, le incite a la reflexión, la emoción, la confusión, o alguna cosa más allá de la simple audición. Surrealista pero anclada a la realidad, hará pasar un buen rato a todo aquel que se atreva a ver un espectáculo poético diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Genial esa estética almodovariana de la movida madrileña, con toques tétricos que también recuerdan a la adaptación de Tim Burton de Sweeney Todd.
Falta fuerza en algunos momentos, parece que hay tres finales un tanto imprecisos y eso confunde al público: al acabar no sabes si habrá algo más. Al final real, le falta fuerza para convertirse en el momento de eclosión que los espectadores están esperando. Pero como todo es cambio, seguro que la compañía ya se ha puesto manos a la obra para darle una vuelta más a este surrealista work in progress... porque de eso se trata. Cada miércoles a las 23h, un espectáculo de diferente. Una muestra, aquí.
A la poética de Dan Dut, de cierta influencia dadá, le falta un punto: eso que hace que el oyente pase de disfrutar a sentirse provocado de alguna manera y como tal, le incite a la reflexión, la emoción, la confusión, o alguna cosa más allá de la simple audición. Surrealista pero anclada a la realidad, hará pasar un buen rato a todo aquel que se atreva a ver un espectáculo poético diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Genial esa estética almodovariana de la movida madrileña, con toques tétricos que también recuerdan a la adaptación de Tim Burton de Sweeney Todd.
Falta fuerza en algunos momentos, parece que hay tres finales un tanto imprecisos y eso confunde al público: al acabar no sabes si habrá algo más. Al final real, le falta fuerza para convertirse en el momento de eclosión que los espectadores están esperando. Pero como todo es cambio, seguro que la compañía ya se ha puesto manos a la obra para darle una vuelta más a este surrealista work in progress... porque de eso se trata. Cada miércoles a las 23h, un espectáculo de diferente. Una muestra, aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario