Menudo fin de semana... la cosa prometía cuando el primer punto en la agenda del viernes era una sesión de monólogos a cargo de Cómicos en Galileo, una de las salas de más fama de la ciudad por la calidad de su programación. Y efectiviwonder, el espectáculo que ofrecieron los tres monologuistas invitados fue para troncharse de risa. Comenzamos con buen pie cuando Goyo fue el primero en saltar al escenario:
La clausura fue a cargo de, casualidad, un leonés que, como buen lugareño, tira para su tierra, también a la hora de hacer chistes. No faltaron clásicos como "por qué las mujeres van siempre de dos en dos al lavavo" y, la verdad, no estaría de más cambiar un poco de típicos tópicos...
Como este sábado en aquél garito, qué casualidad, en la misma plaza donde hace meses prometí que me compraría un piso. Antes de eso, cena con los antiguos compañeros del cole de Richi, y momento de intimidad con Pat -no imaginas cuánto echaba de menos esos momentos-. Y antes de eso paseo por el centro -que ya empiezo a reconocer-, Häagen Dazs con topping de caramelo y siesta en un jardín cerca de la Almudena, puesta de sol incluida.
El domingo tocaba por fin reconocimiento del terreno: el Retiro ya no es una incógnita para mí, sino un lugar que brinda en futuras estancias momentos de placer diverso, desde reuniones de colectivos varios, pasando por paseos solitarios o encuentros con los autores de los más diversos textos, hasta reuniones dominicales o, por qué no, paseos en barca.
Y la luz, esa luz que tiene Madrid y que lo baña todo... Qué pena tener que volver a casa, pero en fin, vuelvo con las pilas bien cargadas, de besos y sonrisas, sensaciones y proyectos. En ovación a Narciso, os dejo con unas panorámicas de la ciudad.
1 comentario:
Si el que et va tocar, no només va ser aquest monologuista, sinó també aquest monòleg... quina sort que tens!
M'he partit el cul de riure amb els tres yutubs seguits!
;o)
per cert, ja em diràs què et sembla el programa de ràdio... en penjaré més moooolt aviat
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