Últimamente parece que está de moda ir contra las modas. Todos los underground y demás insumisos y rebeldes sacan sus navajas afiladas para defender hasta la muerte su libertad, amenazando la del resto. Quizá un poco radical, pero puede servir para ejemplificar lo que hacen los culturetas progres con todo lo comercial: lo consideran burdo, fácil, inútil, sin sentido y, ante todo, muy inculto, porque no sigue las pautas que ellos marcan.
Yo no voy a ser una más de todos aquellos que se autoproclaman con la verdad absoluta. Quiero lanzar desde aquí mi más profunda ovación al reggaetón por regalarnos ritmos facilones, sensuales y calentitos. Por esos momentos de felicidad superficial que nos proporciona cuando nos dejamos llevar por su sonido; gracias, reggaetón, por la gasolina, por el perreo, por el papi chulo, gracias por hacer que al menos de vez en cuando se muevan un poco nuestros preciosos culos cuadrados de aburrimiento y gracias, porque aunque el perreo chacalonero no sea precisamente mi baile preferido -ese es tema para otro día, que todavía estoy bloqueada por la impresión-, contigo he aprendido que a veces es divertido ir contracontracorriente.
Hoy inauguramos "BLOGS CRUZADOS". Esto es lo que piensa Andrea Bueno al respecto y esto Ezequiel Ramón.
jueves, 17 de abril de 2008
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2 comentarios:
Estos modernos lo que no entienden es que puedes ir a la filmoteca a disfrutar de la última peli de Lars Von Trier, pero que eso no quita que el fin de semana puedas ir a pachanguear a cualquier discoteca. Si es que una cosa no quita la otra, leches.
cuando fui a cuba y comprobé que ya no se bailaba salsa sino reggaeton, pues la verdad, me dio un bajón. Pero unos días después me di cuenta de que: 1) nunca conseguiría bailar salsa mientras con el reggaetón me defendía, 2) bailar pegado al culo epiléptico de una mulata cubana es lo más excitante que jamás me ha sucedido.
Por todo ello, viva el reggaetón!
Pere
Posdata para los que quieran aprender: yo que seguía la cadencia de sus caderas acompañando el movimiento pensando que lo hacía la mar de bien y no!! me recriminaron no embestir lo suficiente... en el baile, digo.
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