domingo, 12 de octubre de 2008

Memorias póstumas del fin de semana

El Llantiol es uno de eso lugares mágicos de Barcelona que merece la pena descubrir. Escondido tras la rambla del Raval, es un café teatro al estilo de los antiguos cabarets, muy acogedor. Siempre encuentras gente interesante, artistas interesantes y actuaciones interesantes. Por lo menos, lo que he visto hasta ahora.

Todo hay que decir que tengo la suerte de ser técnico de una de las obras que allí se hace, El síndrome Chukolsky, y me pasó siempre que puedo a ver alguna actuación. De momento, ninguna me ha defraudado.

Este sábado fuimos a ver un espectáculo de variedades al estilo Paral.lel, y fue magnífico. Más de dos horas de actuación sin parae de reir con Israel (qué grande es este hombre), de ilusionarnos con la magia del mago Adrià y destornillarnos con el Doctor Salvador. Además está muy bien el hecho de que hagan partícipe al público. La gran estrella de esa noche fue Maribel, que con su corbata y su minifalda fue el blanco de cada comentario de los artistas; David no soltaba el micro cada vez que tenía ocasión y del grito mariachi de Jony Montoya... esto... Gonçal, pues hay que decir que hubo tongo, porque creo que el suyo fue el mejor de todos los gritos mariachis de esa noche.

En fin, que nosotros volveremos, con alguna sorpresita incluida, a ver este número, así que si alguien se apunta que me lo haga saber. Otra que tengo ganas de ver ya es la de Cabaret Pedrolo, que ha tenido muy buenas críticas y que además cuenta con la técnica magistral de Gonçal en la mesa de control, así que ya son dos motivos para verlo. Por cierto, genial la sesión de jazz del Harlem este sábado!

Esta tarde-noche, tocaba música electrónica y videos antiguos de Alemania en el Niu. El colofón , por supuesto, otro de esos esperados encuentros de "Sexo o no sexo en Barcelona" con la Helena. Así que, lamentándolo mucho, hasta el finde que viene, que ya toca autoclausurarse!

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