lunes, 27 de octubre de 2008

Resplandeciente

Quisiera
hacerte una poesía,
decirte al oído
montones de cosas bonitas,
que te voy a ciudar,
que te voy a amar,
que no me iré corriendo
cuando necesites llorar.
Quisiera decirte
que no me importa
que no estés depilada
ni que estés en la menstruación
ni tus cambios de humor
en pleno
proceso
de ovulación,
que te lo haré siempre despacio,
que te lo haré siempre con condón.

Quisiera decirte
que ahí tumbada
desnuda
se te ve tan linda
flotando en tu nube
ajena
al resto del mundo
al resto de seres
que, ingenuos,
aún no te han descubierto.
Quisiera guardar este momento
encerrar tu mirada
tus pupilas dilatadas
tus mejillas sonrosadas
en una burbuja
de jabón
de colores
y soplarla,
hacerla volar
alto
muy alto
para que nadie más la pueda alcanzar.
Y que seas mi recuerdo
para cuando tengo que madrugar
e ir al trabajo
y no pueda dejarte en la cama
porque no sabes el camino a ella,
porque nunca has estado.
Aún no te he visto desnuda
pero te vi desnuda
sin querer
aunque quería.

Una sola
de tus sonrisas
es mejor que todas las marañas
posibles
de grafías.
Y me atrapó como una telaraña.
Y me cautivó.
Y no dejo de recordarla.
Y no puedo evitar
sentirte un poco mía,
un poco adentro
un poco mi niña
y princesa de cuento,
como yo
(una siempre es la protagonista
de su historia).
Y no puedo evitar
quererte
sin quererlo
como si fueras yo
como si yo
de niña
estuviera en tu cuerpo.
Y te miro
y me veo
y te acuno
en mis silencios
y te abrazo
puede
que
en mal
momento.

No sé
en qué instante
pense todo esto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso/a!!