miércoles, 24 de diciembre de 2008

Enramblao



Para Rafael Amargo estar enramblao es sinónimo de estar enamorao, como al que le encanta el bacalado de Bilbado, igualito. Pero claro, hay ciertos artistas y literatos que se permiten lo que se llaman "licencias poéticas". Pues nada, concedámosle la licencia y veamos qué nos ofrece.

Enramblao es un espectáculo heterogéneo donde los haya que, lejos de construir una historia, se basa en un eje geográfico: la Rambla de Barcelona. Pero no sólo carece de sentido como una obra de arte escénico compleja sino que además es incapaz de transmitir: no hay una idea, una reflexión, una sensación. Compuesta por varias escenas centradas en diferentes corrientes artísticas (flamenco, break dance, tap dance...), Enramblao es el ensamblaje de todas esas escenas que presumen supuestos estados de ánimo, huyendo de la fusión que tanto aterra a Amargo. Los bailarines muy buenos todos, un poco descordinados en algunos momentos, eso sí, pero sobraban las cinco despedidas del ególatra Amargo, reteniendo a los espectadores en un perpetuo siéntate-levántate-siéntate...

Enramblao no hace pensar ni sentir y más que la Rambla podría tratarse de la calle del artisteo que podemos encontrar en muchas ciudades del mundo, un espectáculo, en conjunto, sin un sentido claro que si ha de dejar un recuerdo, quizá sea amargo. Una pena.

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