lunes, 15 de diciembre de 2008
No digas que no puedes
Viva la antiestética! La noche del sábado tuvimos la ocasión de disfrutar de la fiesta más antiestética de Barcelona. Por un módico precio pudimos ver un espectáculo de variedades, donde por cierto, Yuri Mykhaylychenko cautivó al público y sorprendió con sus poemas a más de uno y más de una... La presentación de su próximo espectáculo no estuvo nada mal, pero supo a poco, tan sólo 17 minutos; aunque, eso sí, deja con ganas de ver el espectáculo... Al final un sorteo con cierto aire a la tómbola de mi pueblo y una fiesta freak. Tampoco fue nada del otro mundo y pensaba que la antiestética y la transgresión serían algo más memorable.
Esta mañana, vermouth y cuentacuentos en el Almazen. Lo de vermouth es un decir, porque se los bebió los dos la Helena. Es genial seguir siendo una niña, y más cuando la risa inocente la comparto con ella, mi sirena (¿Si? -Sí). Y la maliciosa, y la nerviosa, y todas las demás. Porque creo que hay pocas personas que puedan disfrutar como ella Moulin Rouge, Eduardo Manostijeras o una sesión de cuentos infantiles, o fuegos artificiales, o unos rayitos de sol que dejan traspasar una nube... De las pocas personas que saben volar. Que el tiempo no te cambie, que no te hagas grande de repente, que no digas un dia que has vivido mucho y que no puedes amar con inocencia, ni ser la de siempre. En el fondo creo que es positivo eso de no saber dar una de cal y una de arena, porque somos así y punto, salvajes e indomesticables, impulsivas y pasionales.
Por eso es un hada del mar, una sirena que cuando llega lo transforma todo en risa y te lleva de la mano por su alma oceánica, profunda y siempre desconocida. Es la inspiración.
Gracias por ese tesoro, los micropoemas de Ajo (cuando lo acabe te lo dejo).
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