Y volvió a llevarme a casa a bordo de su 54 con sonrisas retrovisivas y adioses, sin despedidas...
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Piedras de colores
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Datos personales
- Rocío Ovalle
- Londres, United Kingdom
- Las personas no siempre somos personas y, por lo tanto, no siempre tenemos datos personales. En mi caso concreto son datos líticos, y las piedras no hablan. Si quieres conocerlas has de descifrar sus marcas, sus muescas. Yo no soy un canto rodado, aunque me gusta dar vueltas por las pendientes hasta detenerme a causa de unas leyes del movimiento que aún desconozco; yo no soy una lasca aunque a veces me sé hiriente; puede que sea una piedra agreste, ¿quién sabe?, o una de esas grises que al contacto con el agua se tornan verdes. De pequeña eran mis favoritas, y me encantaba ver cómo se producía ese cambio de color. Quizá porque a mí misma me gusta cambiar de color, quizá porque el arcoiris siempre está muy lejos.
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